Levantarte mas pronto de lo esperado y te da tiempo hasta de consultar el correo y leer las redes antes de salir.
Hay días que no se sabe bien por qué, pero te despiertas un poco antes de que suene el despertador y ya no tienes sueño o intuyes que para un cuarto de hora ya no te interesa volver a dormir.
Te levantas desayunas mas tranquilo y mejor, te duchas mas tranquilo y mejor, e incluso te queda tiempo para encender el ordenador, consultar el correo, redes, …
Te sientes como una persona sería, respetable y madrugadora., te dices, voy a hacer esto siempre.
Te sientes valiente y crees que ya controlas la mañana.
Al día siguiente, al siguiente y así sucesivamente, te sigue despertando el despertador y andas con los apuros de siempre.
Fue un espejismo de un día entre mil.