Quizás no sea cuestión de desempolvar viejas historias de la historia. Quizás se podría plantear si enterrar todo y dejar que las cosas caigan en el olvido por si solas.
Quizás reparar la memoria de los muertos no sea una hazaña fácil.
Pero parece ser que si sirve para desenmascarar sentimientos de gente que los tenía bien ocultos hasta ahora.
Veamos:
- Mayor Oreja, eurodiputado del PP, ex-ministro de Interior con Aznar, sobre la época del franquismo:
«Muchas familias lo vivieron con naturalidad», «era una situación de extraordinaria placidez»
- Pedro J. Ramirez, director del periódico «El mundo», en las tertulias de la radio de los obispos:
(transcribo de forma resumida) El franquismo fue la respuesta lógica a la barbarie y crímenes de la segunda república y consiguió un entorno en que la nación consiguió estabilidad y prosperidad que la gente valoró.
Osea, que según ellos casi que el franquismo fue una etapa de tranquilidad, placentera y donde España era un paraiso de felicidad, prosperidad y sosiego.
Está bien que la menos se desenmascaren ellos mismos.
La pena es que con lo hagan sin el menor síntoma de sonrojo.
