Hay días, más bien momentos, en los que no se mueve nada, ni un ápice. Miras por la ventana y aparece una foto fija, no se mueve nada, ni el viento ni las hojas en los árboles. Una extraña sensación de que el tiempo se para y se queda congelado. […]
Web personal de J. Sáez
Hay días, más bien momentos, en los que no se mueve nada, ni un ápice. Miras por la ventana y aparece una foto fija, no se mueve nada, ni el viento ni las hojas en los árboles. Una extraña sensación de que el tiempo se para y se queda congelado. […]